En esta ola de remaster que vivimos, hay otra palabra que suele sonar con mucha fuerza según se aproxima un lanzamiento sonado: Downgrade. Este proceso, que puede considerarse tanto optimización como engaño, suele llevarse a cabo cuando la fecha se echa encima y no hay forma de que un juego sea como prometido visuamente, y suele conllevar un mosqueo generalizado. Pues bien, el caso más espectacular en la memoria cercana fue Dark Souls 2, lanzado en marzo de 2014, que hasta el mismo día del lanzamiento mostraba en sus imágenes oficiales una calidad gráfica muy superior a la final, con una iluminación absolutamente diferente, física de ropas, partículas y animaciones fluidas. Cuando el juego resultó ser inferior al original, además...los fans no se lo tomaron bien. Ahora, 1 año después, llega esta edición que incluye los 3 DLCs, un "remix" de objetos y enemigos, y mejoras gráficas. Bienvenidos a Drangleic.
From Software nunca ha sido un estudio particularmente capaz en los apartados técnicos de sus juegos, siempre centrados en la experiencia global por encima de aspectos individuales como la técnica. Cuando se lanzó Dark Souls 2, con la Next Gen ya aquí y recortes gráficos masivos, no fuimos pocos los que vaticinamos un próximo remaster. Incluyendo 3 DLCs que amplian la historia, y un remix en el que se nos aclara un poco el papel de un personaje, esta edición se antoja como la versión definitiva del juego. La gran duda que queda sería: ¿Bastará para competir con BloodBorne, del mismo estudio pero editado por Sony?
Para aquellos que puedan tener dudas: Dark Souls 2 es significativamente más largo, complejo y farragoso que BloodBorne. Los personajes tienen una variedad de "builds" muy superior, que incluye además de armas pesadas, ligeras y arcos, 4 tipos de magia que dependen de estadísticas diferentes, dando como resultado un juego que permite una aproximación muy abierta al combate. Hay que aclarar que en esta versión se ha procedido a un reequilibrado de ciertas habilidades que eran desmedidamente poderosas en el original, sobre todo los milagros ofensivos como Lanza de Relámpagos o Lanza de Luz Solar (ahora son casi inútiles, por otro lado). Este reequilibrado también se ha aplicado a los enemigos y objetos, que ahora están en posiciones más lógicas y acordes al entorno (lease: la torre de Heide tiene caballeros de Heide), y de paso añadiendo algunas cosas para complicar la vida a los veteranos, principalmente en forma de muchos fantasmas rojos y estatuas a despetrificar. Eso sí, sigue siendo un Dark Souls, así que magia y maleficios siguen siendo el camino fácil a la victoria.
La trama en sí es, por momentos, inexistente: Somos un No-muerto, seres humanos malditos con el Signo Oscuro, que impide que muramos pero va debilitando nuestra voluntad y arrancando los recuerdos y la personalidad, hasta dejar un cadáver animado llamado "hueco". Una amable señora nos habla de la tierra casi legendaria de Drangleic, donde se rumorea que existe una cura para esta maldición, y allá que vamos. Posteriormente nos indican que tenemos que hablar con el monarca, Vendrick...y más o menos ahí acaba la trama del juego. Por supuesto hay mucho "lore" para desenterrar, pero una motivación algo más cercana hubiera sido preferible, pues muchos momentos del juego no parecen tener una explicación lógica. En SotFS, se añade un NPC (MUY importante para la historia) que palia algo esto, pero aún así no acaba de salvarlo en las inevitables comparaciones.
El sistema de combate es similar al de la saga, con movimientos algo lentos, no cancelables, que consumen energía. Esta energía nos sirve para correr, esquivar, bloquear (si utilizamos escudo, el golpe encajado consume energía en vez de vida) y atacar. Cada tipo de arma tiene unos movimientoss propios, longitud y peso que afecta a su consumo de energía. Los hechizos, además de consumir energía, gastan las"cargas" del hechizo en cuestión, por lo que aunque seamos magos deberemos tener algún arma blanca para evitar llegar a un jefe sin cargas de hechizos. Para añadir complejidad, el daño se divide en varias categorías (penetrante, lacerante, aplastante, sangrado, veneno, fuego, oscuridad, magia y relámpago), cada uno potenciado por diferentes estadísticas y objetos, y con resistencias específicas en cada enemigo. Lo mejor del juego sin duda.
La tierra de Drangleic, conocida en otros tiempos por otros nombres, es un mundo interesante, con escenarios variados (aunque con una conexión física carente de lógica) poblado por seres constantemente hostiles, con un predominio humanoide abrumador. Este punto es para mi algo doloroso, pues la variedad se resiente mucho, y además la mayoría de enemigos no humanoides ya estaban presentes en Dark Souls 1. Los jefes, que habitan casi todas las áreas de Drangleic, han visto su número incrementado sensiblemente de los 26 del original a 41 en su secuela, con 20 siendo "opcionales" para completar la historia. No obstante, de nuevo encontramos con muchos de estos jefes siendo reciclados de su primera parte, con pequeñas diferencias que por desgracia no ocultan la inspiración. Pese a ello, tengo que decir que la mayoría resulta interesante de combatir, salvo 2 excepciones que resultan frustrantes por el moveset tan limitado que tienen, compensado por una barra de vida y un daño MASIVOS. Estamos hablando de combates de 6 a 10minutos, sin poder cometer más de 1 error. Los enemigos tienen las mismas limitaciones que nosotros y, para los veteranos, comentar que los problemas de detección de impactos que plagaron al original aquí parecen brillar por su ausencia.
Para aquellos que ya dominan a los enemigos del juego, el reto definitivo llega en forma de PvP, para el que existen numerosos Pactos. Así, hay zonas del juego que a nivel informal son ya reconocidos como santuarios para duelo (combates propuestos y aceptados por ambas partes), y también hay muchas invasiones de otros jugadores. En esta reedición, el número de posibles jugadores online pasa de 3 cooperando y 1 invadiendo, a un tope de 4 cooperando y 2 invadiendo. Personalmente solo he visto hasta 4 cooperando y 1 invadiendo, pero por tema de compatibilidades entre Pactos, la cosa acabó como 2 jugadores y yo contra un jugador de un Pacto invasor y otro jugador que un Pacto "justiciero" que podía atacarnos a todos.
En el apartado sonoro, la banda sonora es agradable pero algo monótona, con de nuevo un par de excepciones que sí resultan más impresionantes. Los efectos sonoros son, por seguir la tradición, bastante flojos, sonando a lata. Los escasos diálogos (monólogos, nuestro personaje nunca habla) están bien interpretados, en inglés, con muchos actores que ya aparecieron en la saga previamente.
Cuando acabemos el juego, tarea que nos puede llevar 40-60h sin guía ni experiencia previa (servidor ya lo había terminado y tardó 30h en hacerlo de nuevo recogiendo todos los objetos, pero sin tocar DLC), tiempo que se dispara si añadimos los DLC, de una dificultad...desafiante, y el New Game +. En este juego, NG+ incluye numerosos cambios: fantasmas rojos abundantes (esto son unos enemigos de una dureza muy superior, que representan a aventureros caidos), nuevas almas de algunos jefes, necesarias para conseguir todas las armas y hechizos, y un aumento general de la vida y daño de los enemigos en torno a un 40%. Vaya, que no es un juego corto.
Visita Drangleic y utiliza el poder que alberga para romper la maldición de los No-muertos.
Ventajas
El nivel de contenido es abrumador
Las correcciones sobre el original mejoran mucho la experiencia, siendo el Dark Souls 2 que debería haber sido siempre
Técnicamente aceptable, los 60fps casi permanentes mejoran mucho el juego.
Contras
Técnicamente sigue siendo peor que lo que se prometió
El mundo del juego es inconexo y en gran parte reciclado de su primera parte
La historia brilla por su ausencia
Algunos jefes resultan frustrantes más que desafiantes
La nota final es un merecido 8,5, mejorando muchos de los fallos de su lanzamiento original y reequilibrando casi todo el contenido. Un apartado técnico mejor y una dirección artística coherente es lo que le separa de codearse con la élite.