Desde el lanzamiento de PS4 en noviembre de 2013, muchos juegos han salido que han demostrado la superioridad técnica respecto a la generación anterior, si bien salvo contadísimas excepciones (Killzone, Infamous, y casi ya) se trataba de matices más que de revolución. Si le sumamos la tendencia a remasterizar/remakear cualquier juego minimamente llamativo muchos nos encontramos mirando a un futuro de CoD, remasters, y poco más. Por eso, cuando la desarrolladora Ready at Dawn anunció su primer juego de sobremesa, y con IP nueva, automáticamente disparó el interés.
El primer desarrollo "grande" de un estudio tradicionalmente portátil, The Order sumó rápidamente seguidores al desvelar su rompedora ambientación victoriana/steampunk. Las primeras imágenes mostradas prometían un nivel visual nunca visto en consolas. Según avanzaba el desarrollo, las informaciones que se filtraban prometían un desarrollo cinematográfico, historia digna del mejor cine, y unos personajes que nos importarían. Adelantando acontecimientos, es posible que en esa lista hayáis echado de menos algunos puntos...
NOTA: Ante la importancia extrema del argumento para el disfrute del juego, seré muy vago en descripciones para evitar spoilers
Y es que hay que dejar absolutamente claro esto: The Order 1886 es una experiencia totalmente lineal y centrada en la trama que nos cuenta, llegando al punto de prescindir durante prolongadas secciones de cualquier input del jugador (y no se pueden saltar). La parte jugable en si, es un shooter en 3ª persona con uso de coberturas al estilo de Gears of War. Como nexo de unión entre videos y tiroteo, largas caminatas en las que observamos la escenografía en busca de pistas y abundantes QTE.
La historia en si es interesante, incorporando la leyenda artúrica con sus caballeros y Grial, enfrentados a unos seres llamados "licanos" o "hibridos", que descienden de una estirpe perdida de hombres lobo. Amparados en el poder del Grial para mantener la juventud y curar las heridas (que no inmortalidad), los caballeros de Arturo y sus sucesores (siempre 12, cada nuevo caballero reemplazando al anterior y usando su nombre) llevan 9 siglos manteniendo a raya a estos seres. Pero la llegada de la revolución industrial y los movimientos sociales obreros dan lugar a una nueva amenaza a la Reina y el Imperio: la rebelión.
Este marco temporal nos proporciona una ambientación muy rara vez empleada, el Londres del final del periodo victoriano, con su vestuario, arquitectura, costumbres sociales y en menor medida, armamento. Cabe destacar la inclusión de armas muy avanzadas, cortesía del científico serbio Nikola Tesla, que añaden un punto de creatividad al apartado junto a las más habituales como revolveres o rifles de cerrojo. Los escenarios por los que nos movemos también resultan variados y su realización es de una calidad sin parangón en estos momentos, si bien muestran una interacción virtualmente nula a cambio de un nivel de detalle que no puedo dejar de remarcar.
El apartado sonoro es también de altísimo nivel, con una banda sonora muy atmosférica que acompaña perfectamente a la acción, efectos de sonido contundentes, y un doblaje de calidad cinematográfica...
Y esto nos lleva de nuevo al punto de partida: es un juego que parece no querer ser un juego, si no una película. Desatiende el gameplay en aras de una presentación digna de un blockbuster veraniego, negando control incluso en momentos cruciales de la aventura y acaba en un cliffhanger que, vista la recepción que ha tenido el título, probablemente nunca se resuelva. Añade la ausencia de cualquier modo de juego aparte de la campaña, y su muy baja dificultad, y te encuentras un juego de escasa duración, rejugabilidad y escasos alicientes. Pero eso sí, a nivel técnico 1080p/30fps con un detalle que no tiene igual en PS4 ni apenas PC lo convierten en un auténtico estandarte para enseñar a clientes a los que quieres vender una PS4.
Libera Londres de la amenaza rebelde y resuelve una conspiración que amenaza el mismo corazón del Imperio de Su Majestad.
Ventajas
Técnicamente es otro mundo comparado con todo lo anterior de PS4
Contras
Un único modo de juego
Nula rejugabilidad
Simplemente, no es divertido
El juego fue terminado en el modo de dificultad más alto, sin ayudas de apuntado, en 6h50min, con un 77% de trofeos conseguidos de forma puramente accidental
La nota final es de un muy decepcionado 4, un suspenso que se salva de la quema sólo por la perfección técnica que demuestra.